OK, hoy he recibido suficiente información como para escribir acerca de temas más actuales como la proximidad del estreno de "El Código Da Vinci", el lanzamiento del Evangelio Prohibido según Judas, o mi revisión del website jesusdecoded.com hace unos minutos. Pero digamos que no quisiera hablar a la ligera del tema. En cambio, publicaré este pequeño relato, "Historia de la niña y su osito de peluche". No es "su osito Teddy", porque no creo que lleve dicho nombre. Está curada, algo trágica.
Historia de la niña y su osito de peluche
Tuvo la niña el más agradable osito de peluche. Hubo un tiempo en que él era su eterno acompañante; la pareja más complacible que se puede imaginar, ellos la formaban. La química era tangible, podía palparse en el aire.
Ese oso la protegía, la hacía reír, la adoraba y ella le adoraba a él. Mas que asirlo, él la asía contra sí, en forma especial.
Desafortunadamente, se cortó de tajo la historia. Una conspiración se opuso a que esos bellos momentos continuasen. Sus amigos, celosos, crearon complot infame para separarles, poner horas de distancia entre ambos, para quitarle el osito a la niña.
Ya no está, se ha ido, un ermitaño espíritu se apoderó de él, poniendo montañas y kilómetros como barrera de la niña.
No puede sobrevivir a sus esperanzas, si su compañero de juegos no está con ella. Ya no juega como antes, tan sólo escribe. Se regocija con alegrías ajenas, rogando al cielo que sus tristezas no sean eternas.
La veo, y dan ganas de llorar por ella, de crearle un papel más gentil en esta tragedia.
FIN
P.D. Es muy corta, y tal vez no lleve a ningún lado el leerla. Tal vez la prosa no le dé el mismo efecto que una buena composición en verso le imprimiría. Lo pensaré después. Mientras, me dispondré a celebrar, una vez más, que el león de la tribu de Judá ha vencido. ¡Felices Pascuas!
